
Este niño, es el mejor amigo que tiene este perro, por eso juega con él y se desternillan los dos de risa divirtiéndose en el cesped.
A este niño, le llamo Cabriolas, porque parece un contorsionista jugando con el animal.
Es hermano de Torola, y me imagino los tres jugando con este hermoso perro de lana, todos revolcándose en la yerba.
Bendita sea la isla de oro donde habitan los niños.
Menos mal que nuestra infancia nos acompaña siempre.
Nuestra infancia es nuestra patria.
Tecla, bendita sea la que trae las islas infantiles a territorio de los adultos.
ResponderEliminarY Cabriolas es perfecto, perfecto.
Un beso
Y gracias a Dios que nos dejan compartir su isla.
ResponderEliminarLos niños tienen en su poder cambiarnos la vida, lo hacen desde su corazón, solo hay que estar atentos para no perdernos nada.
Muchas gracias por recordárnoslo.
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ResponderEliminarChangle tanko taonataka guau tiokta.
ResponderEliminarPregúntale tú. Mi perro es sioux.
Guau muak.
Tecla, permíteme el diálogo con José Alfonso: este es japonés, pero barnizado por los sioux, a lo mejor hasta se parecen.
ResponderEliminarUn abrazo a ambos
Estaré encantada mi capitán, y me lo pasaré pipa.
ResponderEliminarVoy a estar fuera hasta la tarde. No me lo quiero perder.
Contéstale, contéstale.
Un abrazo.
Me gusta mucho el nombre de Cabriolas, casi tanto como el de Torola.
ResponderEliminarMe encantaría jugar con ellos.
Pero seguro que en alguna ocasión será.
Un abrazo con todos mis brazos.
Magistral frase: "Nuestra patria es nuestra infancia". Es bueno saberlo, para que todos puedan tener una buena infancia y para que también retornemos cada tanto a ella.
ResponderEliminarBesos!
R.P.
Muchísimas gracias Deliveri.
ResponderEliminarYa sabes cuanto valorotus letras.
Un abrazo.