
Luz de mis ojos
Quién dijo que engendrarte sin su permiso es un pecado,
si el Cielo eres Tu.
Quién quiso que no te trajera al mundo ningún hombre,
Cuando Dios prefirió a los hombres antes que a los ángeles
Y un hombre fué quien vino a bordarte en mis entrañas.
Quien fue el miserable que dijo que necesitabas el agua bendita,
cuando eres Tú quien bendice mi vida.
Niño mío,
canción de la mañana,
lugar
de mis suspiros,
caricia de mis dedos.
Ensueño de mis labios.