Ay pena penita penaSe estaba tan bien allí.
¡Qué puedo hacer ahora que ya he venido!
Soy inocente
Hace 13 horas
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- Soy una luz que atraviesa la vida en un instante. Una estrella fugaz La sombra del pájaro que vuela. La tecla de un piano que no tiene cuerdas.
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poema de Calleja de la Hoguera
Los santitos delCielo, santitos son. Lo ha dicho el Papa. Tolón, tolón
Ahora que ya has venido, verás que eres la alegría de tus padres, y eso te quitará muchas de tus penas.
ResponderEliminarUn beso mi querida Tecla
Gracias mi capitán.
ResponderEliminarCómo se quieren cuando lloran.
Y cuando rien. Cuando se quiere, se quiere siempre.
ResponderEliminarEs dura la vuelta¿eh?
Pues te echábamos de menos.
Que imagen más tierna amiga.
ResponderEliminarMis besos
A mí también me pasa, cuando arribo a algún sitio que me resulta ingrato. No hablar, de aquellas "obligadas" reuniones aburridas. Por afuera, estoy formal y serio, pero "por dentro", expreso el mismo gesto que el niño...
ResponderEliminarUn beso grande!
R.P.
Mª Jesus, yo también te echo de menos y pienso en ti.
ResponderEliminarSi se me presenta una ocasión o excusa, creo que me pasaré a verte.
De verdad.
Nada hay más tierno que un niño compungido.
ResponderEliminarLe darías lo wue te pidiera.
Menos mal que son pequeños.
Gracias Silencios.
Delivery y amí también me pasa. Lloro amargamente por dentro y por nada. O por algo que tengo que hacer y no me gusta.
ResponderEliminarLa cara y la expresión la dejo como estaba.
En contadas ocasiones, lloro porque sí. Porque me da la gana. Y porque tengo ganas de llorar.
Y lloro de verdad y con toda la pena que me ahoga.
Por ejemplo, un día lloré porque me había dejado la llave en el trabajo. Y tuve que volver ¿Te imaginas?
Con lo cansada que venía...
Mis compañeros no lo comprendieron nunca.